MI EXPERIENCIA CON EL DIPLOMADO EN LÍNEA DE TERAPIA NARRATIVA

| Por Ana Solís |

Ana Solis nos comparte su experiencia en la coordinación y el contacto con lxs alumnxs del diplomado en línea de Terapia Narrativa de Grupo Terapia Narrativa Coyoacán. Además, nos presenta el trabajo final de Paulina Lecanda, como ejemplo de lo que sucede al terminarlo.

Tanto la captación como la plasmación de la belleza requieren creatividad. Y la creatividad está presente incluso en nuestras actividades más ordinarias si sabemos mirar el misterio y las posibilidades que encierran.

-Juan José Muñoz García

 

Desde hace 4 años he tenido el honor, junto con Alejandra Usabiaga, de coordinar el diplomado en línea de terapia narrativa, de Grupo Terapia Narrativa Coyoacán. A lo largo de este tiempo he tenido el privilegio de conocer a todxs lxs participantes y convivir con el mar de nuevas ideas, inquietudes y creatividad que han tenido al traducir las ideas que van aprendiendo, desde el contexto de sus propias experiencias y llevándolas a su quehacer cotidiano. Es increíble ver la contribución que hacen las prácticas narrativas a su trabajo y a sus vidas, pero también la contribución que muchas veces ellxs hacen a las prácticas narrativas; he podido testificar cómo van cambiando su mirada o tal vez, descubriendo otras formas de mirar, emocionándose e incluso conmoviéndose en algunos de los módulos, visible en comentarios como:

 

“Me encuentro muy atraído por estas pequeñas y sencillas ideas que dan vuelta a una lógica que resulta en un shock epistemológico (…) que transgreden lógicas dominantes”.

 

 

“Es como si un mundo nuevo se asomara. Además de darle mucho sentido a experiencias personales, siento que es posible transformar nuestra forma de acompañar a las personas”

 

En las oportunidades que he tenido de acompañarles, he intentado, invitar a lxs participantes, entre otras cosas, a encontrar su propia sabiduría para acomodar lo asimilado en cada uno de los temas, a asumir su propia agencia personal al visibilizar y deconstruir “discursos de poder” en el ejercicio de la terapia y en su día a día.

 

A manera personal, esta relación también me ha cambiando, en el sentido de que he llegado a valorar las pequeñas cosas de las que antes no me percataba: Una reflexión que me ha llevado a otros lugares nunca antes visitados, una frase y a veces hasta una palabra que me han abierto otras perspectivas y caminos. Sin duda es algo que ha enriquecido mi vida profesional y mi vida personal: no soy la misma que en un inicio. La diversidad que contienen sus reflexiones, su honestidad (cuando comparten historias de vida), su asombro y su curiosidad por saber más les han llevado en muchos de los casos, a la realización de proyectos por demás interesantes, valiosos y enriquecedores.

 

Algo que me sorprendió al conocer las prácticas narrativas fue la apertura para compartir los trabajos y proyectos sin preocuparse de que les van a copiar sus ideas o que no se le comparte a todos sino solo a la gente cercana, etc. En otras miradas mas individualistas, de propiedad y competencia, se fomentan ideas de temor y desconfianza ante la posibilidad de que alguien más se apropie de las ideas que unx tiene; sin embargo, para las prácticas narrativas, el que se retomen los trabajos o proyectos es importante, pues se enriquecen con la mirada, reflexión y cuestionamiento de otras personas.

 

En el diplomado en línea hemos encontrado dos formas de compartir los proyectos de las personas participantes. Por un lado, cuando alguien elige un tema para su proyecto final y en otra generación hubo algún trabajo similar, pedimos autorización a quien lo realizó antes, para compartirlo con la persona de la nueva generación y que pueda tenerlo como antecedente. Otra manera en la que podemos compartir estos trabajos es a través de este blog. En esta ocasión les comparto el trabajo realizado por Paulina Lecanda: Mi casa en la luna. Este trabajo partió de la idea de Paulina de rescatar la memoria de su padre. Siguiendo la metáfora de Michael White de “Decir hola de nuevo”, en donde las prácticas narrativas rompen con la postura moderna que predomina en los discursos psicológicos y médicos sobre el duelo. A partir de conversaciones generadas en entrevistas a personas cercanas a su padre y a ella misma, diseñó y escribió un cuento para ayudarle a su hijo a conocer a su abuelo y las cosas importantes de él que se mantienen con vida. Para Paulina ésta fue una hermosa experiencia que le ayudó a acomodar algunas piezas en su vida y en su historia.

 

 

PARA PODER DESCARGAR MI CASA EN LA LUNA, VISITA NUESTRA SECCIÓN DE DOCUMENTOS.

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