Un breve recorrido por el libro “Explorando las prácticas narrativas; un viaje desde la experiencia Mexicana” de Grupo Terapia Narrativa Coyoacán

El pasado 24 de octubre, se llevó a cabo el lanzamiento de nuestro primer libro: “Explorando las prácticas narrativas; un viaje desde la experiencia Mexicana” en la Ciudad de México. La presentación estuvo a cargo de Rina Rajlevsky. Aquí les compartimos el texto que leyó para la ocasión:

Un breve recorrido por el libro “Explorando las prácticas narrativas; un viaje desde la experiencia Mexicana” de Grupo Terapia Narrativa Coyoacán

Por Rina Rajlevsky

 

Este libro es un extraordinario mapa para quien desee acercarse a las prácticas narrativas desde la experiencia mexicana. Estas páginas son el resultado del trabajo conjunto de trece terapeutas, que conforman la colectiva “Terapia Narrativa Coyoacán”, la cual cumple 20 años de existir, y es justo, desde esta vasta experiencia, que abordan, con rebeldía, esta mirada terapeútica a través del cuidado y el amor.

Desde el inicio, Explorando las prácticas narrativas…, nos deja claro que éstas, van más allá de un cúmulo de técnicas o un enfoque terapéutico, son más bien una invitación a asumir, como terapeutas, un compromiso ético y político. Para quienes compartimos esta mirada, Explorando las prácticas narrativas…, genera un sentido de comunidad invaluable.

En primera instancia, en el capítulo ¿Qué son las prácticas narrativas?, Miriam Zavala Díaz, nos ofrece una definición de las prácticas narrativas muy esclarecedora: “Más que un enfoque terapéutico, es (…) una forma de estar y de mirar el mundo, (…) de entender las identidades individuales y colectivas, los problemas y los efectos que estos tienen en las personas; implica una forma específica de hablar con ellas acerca de sus vidas y de sus problemas, así como una manera especial de entender la relación terapéutica y la terapia en sí”.

En el segundo capítulo: Ideas epistemiológicas que sostienen la Práctica Narrativa, Leticia Uribe Malagamba y Tomoko Yashiro, nos invitan a cuestionar nuestras propias creencias sobre el conocimiento y lo que damos por sentado como realidad. “Es imposible que alguien carezca de epistemología; siempre que nos acercamos a conocer algo, a tratar de entenderlo e incluso a estudiarlo desde la ciencia, lo hacemos a partir de una red de premisas acerca de, ¿cómo podemos conocer?, ¿qué es lo que estamos conociendo? y ¿a dónde nos puede llevar ese conocimiento?” Uribe Malagamba y Yashiro nos comparten, además, de manera meticulosa, cómo se construyen las prácticas narrativas, para entender a fondo sus referentes y a sus pensadores iniciales.

El viaje continúa con el análisis de Maru Nadurille Álvarez y Luis Alberto Hernández, en el capítulo Metáforas y multi-historias, en donde hacen un análisis al respecto, argumentando que: “La Terapia Narrativa es una metáfora que, a su vez, utiliza otras (…) para movernos de un lugar lleno de dilemas o incomodidades, hacia uno donde encontremos eventos que hablen de nuestra sabiduría, y desde ahí, atender dichos dilemas”. Así, “al guiar una conversación desde la metáfora de las multihistorias, es posible identificar que existen otros relatos: historias subordinadas a la dominante que han estado subyugadas por el poder, a tal grado que se vuelven prácticamente invisibles”.

Nadurille Álvarez y Hernández nos guían en el entendimiento de estos conceptos y sus efectos en nuestro quehacer terapéutico: “Cuando nos vivimos desde la metáfora de la multihistoria, nos abrimos a presentar aquellos mapas que no habían sido vistos; nos permitimos conocer sus trazos y colores con la claridad de que todos pueden coexistir”.

En esa misma línea,en el capítulo cuatro, Maru Nadurille nos invita a profundizar acerca de: La externalización, uno de los conceptos utilizados por dichas prácticas. Nos recuerda uno de los principales planteamientos de Michael White, fundador de esta epistemiología: “Las personas son las personas y los problemas son los problemas”, hacer esta diferenciación, permite relacionarse con nuestros asuntos sin cargas negativas, o culpas innecesarias, “que usualmente se intentan ocultar debido a sus (intrínsecas) implicaciones en la (construcción de la) identidad”.

En el siguiente capítulo, Diana Rico y Ana Solís nos invitan a reflexionar en torno a las conversaciones de re-autoría, y en cómo esta práctica permite a los consultantes “continuar narrando sus vidas, al tiempo que les ayudan a incluir los acontecimientos y experiencias que se han pasado por alto, pero que pueden ser potencialmente significativos”. Acompañar a alguien en este proceso es ser testigo de cómo las personas recuperan su poder de agencia personal.

Para las práctivas narrativas, aquello que permanece ausente de la narración, es digno de análisis ya que, como lo plantean Luis Alberto Hernández y Alejandra Usabiaga del Moral en su capítulo llamado Lo ausente pero implícito, lo implícito “representa aquello que motiva y da significado a la resistencia de la persona ante el problema”. De esta forma nos recuerdan que “lo ausente pero implícito permite a la persona identificar los aspectos preciados de su identidad preferida”.

Es importante recordar que como terapeutas, una de nuestra labor es coconstruir con la persona consultante, conversaciones de andamiaje, y cimentar desde ahí nuevas realidades desde su propia sabiduría. Esta reflexión nos regala Miriam Zavala Díaz en su capítulo Conversaciones de andamiaje: “Estas conversaciones permiten que las personas se distancíen gradualmente de lo que conocen de sí mismas y sus vidas, de lo que les es familiar, para acercarse progresivamente a lo que podrían saber y hacer”.

El andamiaje toma forma a través del lenguaje y las preguntas, como nos explican Alejandra Usabiaga, Luis Alberto Hernández y Manuel Turrent en el capítulo El lenguaje y las preguntas en las conversaciones narrativas, en donde nos comparten herramientas útiles para construir preguntas, ya que, “en ocasiones, responder las preguntas representará la primera vez que la person piense y nombre los valores que rigen su vida y que dan origen a sus aciones”,

Mónica Duarte Araujo y Ángeles Díaz Rubín (Cuqui Toledo) en el capítulo Remembranza y decir hola, de nuevo exploran cómo es que “las conversaciones de re-membranza son una poderosa mirada en el trabajo terapéutico y en la manera de entender, vivir y reflexionar sobre los vínculos. A través de estas conversaciones, se logra valorar y reconocer las contribuciones de los demás en la identidad de las personas, expandir la percepción sobre sí mismas y encontrar un sentido más profundo en sus vidas” y “…la metáfora decir hola de nuevo desafía la noción tradicional de despedida y pérdida. Invita a reconectar con los seres queridos difuntos y a construir un nuevo vínculo para integrar su presencia en la cotidianidad de las personas. Invita a abrazar la vida y encontrar consuelo en la continuidad de los lazos emocionales que trascienden a la muerte.”

En el capítulo Testigxs externxs, Diana Rico nos presenta este concepto, resaltando que ser testigxs de las vidas de otras personas es transformador: “El objetivo principal de la práctica de testigxs externxs es engrosar y reeditar la historia e identidad preferida del consultante, permitirle conectarse con otros, reduciendo su sensación de aislamiento”. De esta manera, la terapia se convierte en un intercambio donde todxs aprendemos y somos transformadxs por las historias compartidas.

Documentar en las Práticas Narrativas de Marina González Gutiérrez, nos muestra la importancia de documentar los saberes, aprendizajes, herramientas, sueños y esperanzas de las personas consultantes. Profundiza en cómo “la posibilidad de centrar la experiencia de la persona en un documento, sin interpretaciones, sin diagnósticos y sin conocimiento experto, no sólo crea nuevos significados y nos acerca a la experiencia vivida, sino que también abre posibilidades en la vida de las personas y en la manera de vivirse”.

Finalmente, llegamos al capítulo Rituales de paso: un diálogo entre la antropología y las Prácticas Narrativas, donde Mireia Viladevall, Ángeles Díaz Rubín (Cuqui Toledo), Mónica Duarte Araujo y Leticia Uribe Malagamba exploran el tema de los rituales de paso, en donde plantean que “los cambios nos confrontan con nuestros límites, nos descubren capacidades, pero también ponen en cuestionamiento nuestras creencias, maneras de actuar, de estar y explicar el mundo en que vivimos, y de paso cuestionan quiénes somos y el papel que jugamos o lugar que ocupamos en él (y así) se convierten en un acompañamiento del viaje (…) Los seres humanos creamos ritos y rituales que nos ayudan a varias cosas (…) Los rituales de paso nos recuerdan que los cambios son procesos por los que navegamos desde un mundo conocido a otro que desconocemos”.

Este libro es un viaje en el que las voces de sus autorxs nos acompañan, nos guían, y nos invitan a encontrar nuestros propios caminos y a contribuir y a construir miradas más dignas y justas. Las autoras cierran el análisis con una frase esclarecedora acerca de la labor social de las prácticas narrativas: “Una de nuestras esperanzas al concebir este libro fue aportar a la comunidad de las Prácticas Narrativas desde nuestro contexto latinoamericano y de habla hispana, para honrar el llamado de Michael White de que cada persona, localidad o grupo se apropie de ellas, las lleve a sus contextos y siga enriqueciéndolas en un proceso sin fin”.

 

Para ver un video tomado del evento de lanzamiento, entra a nuestra página: https://terapianarrativacoyoacan.com/videos/ o bùscanos en yourube: https://www.youtube.com/watch?v=mwCQEtJ4t5g

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