Este texto fue presentado por Nohely Liliana Pérez Ramos, como entrega final para el Diplomado de Prácticas Narrativas enfocadas en la prevención y atención de violencia de género en junio 2021 que imparten Rizomar Guadalajara, Grupo Terapia Narrativa Coyoacán, Casa Tonalá y Rizoma Coyoacán. En este trabajo, Nohely describe cómo fue usar la terapia narrativa en su experiencia acompañando a mujeres sobrevivientes de abuso sexual.
El plantear y desarrollar este proceso de trabajo final no fue algo tan sencillo para mí, ya que, como dentro de las estructuras sociales, académicas e institucionales, mi ser o ansiedad, me pedían y exigían pasos a seguir bien estructurados, protocolarios, organizados y esas cosas que estresan más de lo que ayudan. Sin embargo, esto no fue tan caótico como hubiese sido hace algunos años y me alegro por eso, la terapia y el diplomado han brindado resultados en mí y en mi sentipensar; la confianza está presente. La elección de tema y estrategias estuvieron destinadas en todo momento en las consultantes que tengo la dicha de acompañar, todas y cada una de sus historias resonaron en mí y mi intensión siempre ha sido mejorar y acompañarles de forma más digna; lo complicado fue centralizarme y elegir casos en específico. La primera opción en la que pensé y en la que compartí con mi tutora fueron dos chicas que han pasado por problemas de alimentación, falta de cuidados de otres hacia ellas y que esto repercutía en su autoimagen corporal. No obstante una de ellas decidió dar fin a su proceso antes de comenzar con el proyecto por lo que esto ya no fue una opción viable. Al final decidí tomar dos casos de mujeres sobrevivientes de abuso sexual, de las cuales estoy acompañando desde inicios del año 2021. La compatibilidad de estas dos mujeres no sólo es por el tema del abuso, sino por las repercusiones en su autoconcepto que dejó este evento traumático: la inseguridad en sí misma e inseguridad en las relaciones interpersonales, familiares y laborales. Al igual que diversos episodios depresivos que las han estado cubriendo bastante tiempo, días, noches, semanas y meses a lo largo de sus vidas y que esta trae consigo diversos pensamientos e ideaciones suicidas. Pero no todo es una fea y gris nube, como ambas lo llama, también esto les ha llevado a ser cuidadosas con ellas mismas desde lo valorado, permitiéndoles poder dejar relaciones insanas para ellas y alejarse de personas que ejercen violencia hacia ellas u otras personas. Todo este redescubrimiento se trabajó desde el proceso de externalización del “problema”, la doble escucha, andamiaje constante y amoroso para mostrar también que siempre se está respondiendo. Tomé como idea principal el proceso de externalización del problema tomando como guía la actividad de Entrevistando al problema, algunas de las preguntas fueron reestructuradas según la conveniencia para el desarrollo de la entrevista. Así mismo, se agregó la pregunta ¿tú (problema) trabajas u operas sólo? Si no es así ¿Quiénes son tus aliados? Esto para visibilizar, externar y mencionar si otros sentires, emociones o acciones están relacionados con el problema. Eventualmente en algunas sesiones dieron un giro que mostró las acciones que les hacen responder ante los nuevos abusos o violencia hacia ellas, y claro, exponiendo que siempre se responde ante el trauma. Cada sesión fue operada bajo el proceso de andamiaje y la doble escucha, cuidando y procurando en todo momento la integridad, cuidado y atención hacia cada consultante. Las sesiones de las consultantes fueron y son de manera individual, ambas llevan sus procesos. Lola y Vanía solicitaron el servicio de psicoterapia en Genera Alternativas A.C., de las cuales fueron canalizadas conmigo. Los motivos de consulta de ambas abarcaban, no sólo el abuso sexual, sino también “la baja autoestima”, la inseguridad, las crisis de ansiedad, la depresión e ideaciones suicidas. Lola y yo tenemos las sesiones por llamada telefónica y con Vanía son de manera presencial. Ambas son atentas y constantes en sus sesiones al igual que con las actividades de reflexión que se dejan al final de cada sesión. Vanía tiene alrededor de 8-10 sesiones y Lola 6 sesiones. La actividad de entrevistando al problema se realizó en la sesión número 5 de Vanía y en la sesión 3 de Lola. A ambas se les dio la indicación de que eligieran algún problema, emoción o dolor del que quisieran hablar, ambas eligieron la inseguridad. En esta actividad, al igual que en cada sesión se realizó la doble escucha y el proceso de andamiaje. Vanía: la inseguridad se ve como una nubesita gris que ronda en su cabeza y que ésta va creciendo cuando se siente nerviosa, juzgada, cuando se compara con otras personas y actualmente crece aún más cuando piensa en la ex pareja de su novia. Crece tanto que llega a ser una nube andando, Vania está ahí adentro, pero no puede ver, la nube la ciega, no le permite verse a sí misma. “La inseguridad me atrapa, no quiere que yo salga. Sé que ella misma a veces me ayuda a alejarme de pláticas o reuniones que no me siento a gusto, pero casi siempre está para meterme la pata y no hacer cosas”… “la inseguridad se invita sola justo cuando me encuentro con mi novia, la estoy pasando de lo lindo y de repente de la nada se aparece y me dice que nunca seré mejor como las otras ex´s de Gaby (novia) y de ser momentos lindos la inseguridad me hace pensar en tonterías, me pongo celosa, y eso no me gusta, yo sé que no soy así, yo no era así. La inseguridad es esa amiga “tóxica” . Lola: inseguridad está todo el tiempo con Lola, menciona que no recuerda nunca haber estado sin ella. La recuerda en casa, con la familia, en la ausencia de papá y en la pérdida de su hermana gemela al nacer. “ay, pues la inseguridad la siento como que me cubre todo, no me deja ser yo, se apropia de mí, algunas ocasiones más que otras, como cuando estoy en el trabajo y me dejan hacer algunas cosas, siempre me hace dudar de lo que hago”… “es raro, porque está presente todo el tiempo y aunque pueda parecer irónico está ahí para protegerme. Yo la veo como una botarga, no me expongo nunca, la inseguridad ella me cuida y sé que cuando comienzo a sentirme incómoda o no me siento bien esa botarga de inseguridad me hace mejor mantenerme seria, como si ella me estuviese cuidando para no exponerme y así evitar que me hieran o me pase algo”… “ahora veo que la inseguridad es mi amiga y que aunque parezca que sea mala, muchas veces está ahí para protegerme, ella me ha protegido más que yo a mí misma, pero, se ha estado robando mi vida, es envidiosa y somos ambas dependientes ella de mí y yo de ella… eso es tóxico y ya no lo quiero”. Lola y Vanía continúan con sus procesos, no me atrevería a mencionar algo como conclusión de sus procesos o de las formas de haber puesto en práctica las Narrativas. Sigo aprendiendo y aún nada ha llegado a su fin. Sólo podría agregar el cambio significativo que es poder nombrar y externar el problema y verlo así, el problema es el problema, no ellas.¿Qué realicé?
¿Quiénes participaron?
tiene una hija de 5 años, vive con su pareja, es la primera vez que acude a terapia.¿Cómo se realizó?
¿Cuáles fueron los resultados obtenidos?
Conclusiones
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