CELEBRANDO CON SERES QUERIDOS DIFUNTOS

| Por Ángeles Díaz Rubín (Cuqui Toledo) |

En esta entrega, Cuqui Toledo nos propone una celebración de Día de Muertos basada en las ideas propuestas por la Narrativa (Decir ‘Hola’ de nuevo), la religión cristiana y nuestra cultura mexicana. 

Cumpliendo mi promesa de publicar un artículo cada 2 de noviembre para dar reconocimiento a la vida de Michael White en la celebración tradicional mexicana del Día de Muertos, en esta ocasión voy a compartir mis significados preferidos del tema y la forma de celebrar “con” nuestros seres queridos difuntos, que he venido practicando y afinando en diferentes ocasiones. Esta idea me surgió desde las circunstancias en mi vida que me hicieron reflexionar ¿qué es la muerte? ¿Qué sé sobre la muerte? ¿Qué es para mí la muerte? Hoy pienso que la muerte es algo que inquieta a los seres humanos pues es un absoluto misterio. Se han propuesto sinnúmero de respuestas -y se seguirán proponiendo- con el fin de encontrar un significado propio y así llegar a aceptar la muerte como un hecho más de la vida. Desde la CULTURA: por ejemplo, para la antigua civilización egipcia, la muerte era la separación entre la vida y la resurrección; el hinduismo dice que la muerte es un mandato divino que protege el círculo de la reencarnación; y para los aztecas, el Mictlán o lugar de los muertos, como lo narra Netzahualcóyotl, era la frontera que dividía también a la vida y el “lugar donde no existe la muerte”. Y desde el Siglo XVI los mexicanos hemos hecho de la muerte una celebración que desde el año 2003 la UNESCO la proclamó Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, advirtiendo la necesidad de la preservación de esta fiesta en su pureza y su significación.

Las religiones también nos dan respuestas a la inquietud por la muerte, el CRISTIANISMO tiene una respuesta con muchos significados de redención, salvación y resurrección, desde una tristeza inicial que desemboca en unión y alegría, porque más allá de la muerte esta el triunfo de la vida. Por ejemplo nos dice: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en Mí aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en Mí no morirá jamás (Juan 11, 25 y 26) -Y cuando este ser corrompible se revista de incorruptibilidad, y este ser mortal se revista de inmortalidad…(I Corintios 15,24) -…con los funerales ha de pasar también la tristeza, que una vida de miseria va contra el corazón (Eclesiástico 38,19)

Y desde la psicología también hemos encontrado respuestas para la elaboración del duelo…La narrativa, partiendo de las conversaciones de Michael White y David Epston, ha cambiado el discurso acostumbrado: “déjalo ir”, “ya déjalo/a descansar “ya olvídalo/a” “tienes que seguir la vida sin él/ella”, por una forma contraria: “Decir de nuevo Hola”. En la mayoría de los escritos que se han hecho sobre la muerte desde diferentes perspectivas se enfatiza que el significado debe servirnos para una mejor vida, y entonces…Reflexionemos: Desconectarse de una relación importante en nuestra vida ¿realmente se puede? ¿Te gustaría que cuando tú mueras, tus seres queridos se olviden de ti? ¿Somos tan omnipotentes que de nosotros depende que los difuntos “descansen”?. Decir “adiós” ¿es algo positivo? La tristeza y desolación que se siente ante la muerte ¿no será porque queremos decir “adiós” demasiado bien? ¿NO SERÍA MEJOR DECIR “HOLA”? Así, la enseñanza cristiana, la psicología narrativa y la cultura mexicana me han ayudado a encarar la muerte de mis seres queridos difuntos de otra manera, me ha permitido poder aprender a mirarlos con ojos espirituales, aprender a sentirlos y relacionarme con ellos de espíritu a espíritu. La inmortalidad comienza cuando la persona muere, es decir sigue viviendo pero de otra manera. ¿por qué hablamos en pasado y nos referimos solamente a lo que vivieron las personas cuando tenían vida corporal? Los seres queridos difuntos pueden seguir estando presentes en nuestras vidas si aprendemos “un nuevo idioma” para relacionarnos.

 

Ahora compartiré la manera en que me gusta celebrar y dar honor a los seres queridos:

CELEBRACIÓN GRUPAL

Al invitar a las personas para que participen en el homenaje, es importante decir que esta celebración no es para recordar a los difuntos con tristeza, es una ceremonia diferente. La invitación tiene que despertar la curiosidad de descubrir que significa “decir de nuevo ¡¡¡HOLA!!!” y se les invitará a escoger una persona querida difunta a la que le quieren dar reconocimiento en la celebración. Ese día, traer algo para colocar en “el altar de muertos” tradicional mexicano y un objeto pequeño que puedan sostener en la mano, junto a su pecho, en contacto con su cuerpo, durante la ceremonia. Este objeto será el símbolo que represente y le recuerde al ser querido de su elección. La ceremonia comienza con una explicación de los fundamentos de ésta que ya expliqué en los párrafos anteriores y con mi testimonio de lo que ha sido “decir de nuevo ¡Hola! “ a mi ser querido, y contando alguna anécdota donde he vivido nuestra relación como es ahora.

PARTICIPACIÓN GRUPAL

  1. Al compañero que tienes al lado o al que tú escojas, preséntale a la persona a la que quieres dar honor diciendo porqué el objeto que trajiste la simboliza.
  2. Cuéntale alguna experiencia, alguna anécdota de tu vida en la que te sentiste muy cerca de esa persona…algún recuerdo bonito, alguna experiencia compartida… (ya has contado y recordado muchas veces el momento de su muerte, ahora no se trata de eso).
  3. La persona que escucha hará las siguientes preguntas al compañero que relató la historia: ¿Crees que esta persona se sorprendería de que escogiste contar esto? ¿Qué puede dar a tu vida esta experiencia que has relatado hoy? ¿Qué te dice hoy, para tu vida, este ser querido al que le has dedicado esta celebración? En su relación contigo cuando tenía vida corporal, ¿Qué crees que valoró de ti, que recibió de ti, por lo que ahora quiere seguir presente en tu vida? Y de todas las cualidades que tú reconoces en esta persona ¿cuál quieres que te herede? (Así como hay herencias materiales, tenemos que recordar que las personas pueden heredarnos legados inmateriales y podemos pedirlos).
  4. Cambio de roles: el entrevistado será ahora el que escuche y pregunte al compañero siguiendo el mismo formato*.
  5. En la puesta en común de todo el grupo invito a las personas que quieran, a compartir con todos su experiencia durante esta actividad, y decir a dónde se encuentran ahora después de haber vivido la experiencia**.
  6. Y siguiendo nuestra costumbre mexicana en que no puede haber festejo sin comida y bebida, terminamos la celebración compartiendo lo que cada quien trajo para esta ocasión.


*Es importante recordar que en la forma narrativa estas preguntas no son con el fin de obtener una información, deben escogerse para dar calidez, confianza, flexibilidad y fluidez a una conversación que engrose, que enriquezca, la vida de las personas que están conversando.

**Me ha sorprendido que las personas ahora pueden relatar en confianza experiencias en donde han sentido la presencia y la relación con su ser querido difunto, cómo también platican y le piden ayuda y consejo ante situaciones difíciles de la vida diaria.

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